El Constructivismo se ha consolidado como uno de los modelos pedagógicos más innovadores en la Educación Superior del país.
Para responder a las exigencias actuales del contexto, la Corporación Universitaria Empresarial Alexander von Humboldt ha implementado currículos flexibles en todos sus programas académicos. Estos currículos están diseñados para adaptarse a los cambios del conocimiento, las demandas del sector productivo, los avances científicos y tecnológicos, y las transformaciones sociales.
Esta flexibilidad surge tanto de la filosofía educativa adoptada, el constructivismo, como del proceso reflexivo y participativo de toda la comunidad académica. Este enfoque ha permitido aplicar el modelo pedagógico no solo a través de diversas estrategias didácticas, sino también como una concepción extendida a todos los procesos educativos. De este modo, como institución, se ha logrado apropiar un modelo pedagógico que trasciende el aula, involucrando a todos los miembros de la comunidad académica en las diferentes dimensiones de la formación profesional. Este modelo se fundamenta en criterios formativos como el aprendizaje colaborativo, el aprendizaje en contexto, el aprendizaje significativo, el aprendizaje basado en problemas y en proyectos, y la formación por competencias.
Las teorías epistemológicas que sustentan el enfoque constructivista entienden el proceso de conocimiento no como una simple representación de la realidad, sino como una acción creativa donde las experiencias vitales y culturales de cada individuo moldean las formas y sentidos del mundo percibido. El conocimiento es el resultado de la interacción entre las condiciones multidimensionales del sujeto (biológicas, neurológicas, psicológicas, sociales, culturales, entre otras) y la realidad. Es una interpretación de la realidad formada por experiencias sensoriales, culturales y singulares.
Este proceso, sin embargo, no es individual en el sentido de estar aislado, ya que las experiencias que permiten la interpretación del mundo son sociales y se construyen a través de interacciones sociales. Así, aunque el conocimiento es una construcción del individuo, puede ser compartido, comunicado y convertido en un campo común donde se desarrolla la vida cotidiana.
El constructivismo se ha posicionado como un enfoque educativo que implica una concepción diferente del proceso de enseñanza en comparación con los modelos tradicionales. Entendiendo el conocimiento como una construcción social, se asume que el aprendizaje en ambientes escolares es el resultado de una serie de interacciones complejas entre el profesor, el estudiante y el contexto, que propician la construcción colectiva de nuevos sentidos, significados y prácticas. La función de la institución educativa deja de ser la transmisión de la verdad sobre la realidad, para centrarse en la creación de condiciones que permitan interacciones significativas en la apropiación de nuevos conocimientos.
Estas condiciones requieren la desestructuración de las prácticas habituales de enseñanza y aprendizaje, redefiniendo los roles de los participantes: profesor, estudiante y ambiente de aprendizaje.
El Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) se ha convertido en una estrategia pedagógica efectiva que implica actividades aplicables en un corto periodo de tiempo, como plantear problemas del contexto real que requieren razonamiento matemático para su solución. Este enfoque permite la integración de conocimientos a través de varias etapas, como la formulación de propuestas, la selección de métodos (a menudo de investigación) y la ejecución de actividades orientadas a construir respuestas y generar productos.
El Aprendizaje Basado en Problemas deriva en el Aprendizaje Basado en Proyectos (también conocido por sus siglas ABP), una de las estrategias más efectivas para lograr experiencias de aprendizaje significativo. Los proyectos permiten cumplir con todas las condiciones que plantea el constructivismo.
En la Humboldt, el ABP se implementa en todos los programas como una práctica inherente al modelo, proporcionando sentido y orientación al seminario nuclear. Se consideran claves la etapa de formación de los estudiantes y la problematización de situaciones del contexto de aprendizaje (social, empresarial, profesional o científico) que sean suficientemente complejas para requerir la integración de diferentes asignaturas; la cooperación, planeación y desarrollo a mediano plazo de procedimientos, técnicas e instrumentos disciplinares e interdisciplinares; el seguimiento, control y evaluación de un equipo de profesores; la puesta en escena de competencias correspondientes al nivel académico de los estudiantes y la consecución de metas manifestadas en la entrega final de un producto o presentación de resultados. Más allá del producto final, el objetivo del ABP es producir cambios significativos en los conocimientos, habilidades y actitudes de los estudiantes.
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