Modelo Dual
La formación integral de los jóvenes se realiza a través de dos escenarios de aprendizaje: Aula y Empresa. La práctica empresarial es una parte esencial del diseño curricular, permitiendo a los estudiantes adquirir competencias teóricas, prácticas y ciudadanas.
Este modelo requiere un compromiso decidido de las empresas en el proceso formativo de los jóvenes, con el fin de desarrollar perfiles adecuados a las crecientes necesidades de talento humano del sector productivo.
En este contexto, la empresa vincula al estudiante como colaborador, permitiéndole desarrollar todas sus prácticas dentro de la organización. Al finalizar su formación, el joven posee las competencias y la preparación necesarias para aplicar a las vacantes disponibles en la empresa, o la empresa puede decidir contratarlo, reconociendo en él un capital humano altamente capacitado.
Además, la adquisición de competencias prácticas en un contexto real permite al estudiante mejorar sus habilidades en toma de decisiones, creatividad, innovación, autogestión y generación de nuevas ideas de negocio.